Me encantó tu pueblo y tu boca estrellada, tu sonrisa iluminada y tus brazos abiertos. Tu sueño despierto y tu yerba lavada, y verte más que nada… Convídame un matecito más, después nos vamos a ver el cielo y si me animo te cuento cuanto, cuanto me gustás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario