viernes, 30 de diciembre de 2011

La memoria es el final de la inocencia.

Hace un par de días que vengo masticando angustia, por así decirlo, con este tema. Hace un par de días que vengo mirando notas, documentales y llorando. Es verdad, soy sensible y de eso no hay NINGUNA duda, pero el solo pensar lo que pasó esa noche hace 7 años me da escalofríos. Pibes como yo, como mis amigas (bue, no todas), iban a un recital a escaparse un poco de este mundo de mierda y ser simplemente felices (esa felicidad que sólo te da ESA banda que amas). Por supuesto, en este país corrupto, en este país en el cual la gente de la única manera que entiende es cuando pasan cosas así, paso lo peor. 194 muertos, cientos de pibes heridos, no solo físicamente, hablo en el alma, ese dolor que no van a despedir nunca, ese miedo que nunca van a perder, esos padres que no van a volver a ver a sus hijos, esos hermanos, esos amigos.

Sistema trunco, sociedad incivilizada, igual: trágica muerte.

Es así, un pelotudo con una bengala, una mediasombra, espuma de poliuretano, políticos, inspectores, funcionarios ineficaces, corruptos, se llevaron la vida de 194 pibes, como yo, como vos, como cualquiera. Juro que me dan ganas de llorar y con bronca. Es así, vivo en un mundo en el que el sistema lo único que quiere es dejarnos idiotas, a nosotros, los boludos que en vez de ocuparnos de cosas con valor, estamos metiendo la pata donde ELLOS quieren. Entre la tele, este aparato choto, y unos cuantos pelotudos que nos gobiernan quedamos estúpidos. No molestamos, no opinamos, no nos informamos, NO SABEMOS, pero OJO, sabemos exactamente quien es el gato nuevo de la semana, sabemos quien se fue del bailando, que orgullo. Gente de 18 años jactándose de que no les interesa la política, orgullosos dicen un día antes de una elección, que no tienen idea a quién van a votar, inflan el pecho y te dicen que van a hacer que les impugnen el voto. Después son los mismos que lloran cuando los afanan. JURO que me da vergüenza, propia y ajena. No se dan cuenta que van a donde esperan que vayamos, y así, pasan los años y todo sigue igual… Ojalá algún día todo cambie, todos desde nuestro lugar hagamos que cambie. Y la discusión se sigue basando en si Callejeros es culpable o no, en si se tendrían que haber muerto, en ponerse a analizar los dichos de una madre a la que le arrebataron un hijo de la nada y no va a volver nunca, que habla desde el dolor y la bronca, realmente son todos unos idiotas. Sigo escuchando Que Nunca se Repita, sigo escuchando a los sobrevivientes y sigo indignándome. Hoy, 30 de diciembre del 2011, 7 años después, sigo recordando aquel día como lo que fue, una masacre, todavía me acuerdo cuando leía el diario al otro día en lo de mi tío, no me lo olvido más. Y sí, con rabia, como cuando te dije que creo que nunca voy a poder escuchar ESE tema sin sentir ese escalofrío y estas ganas de llorar y vos (genio que te admiro con TODA mi alma) me dijiste: “Ojalá que no, corazón. Con más rabia que nunca.”. Sos realmente admirable Santiago Aysine, gracias por hacer que me invada esta bronca, gracias. Y OJALÁ QUE NUNCA, PERO NUNCA, NUNCA SE REPITA.

165371_1751929960212_1297773600_1960634_3318857_n

El olvido es el disparo a la conciencia, la memoria es el final de la inocencia. Soplen fuerte para generar un viento que no deje que se eclipsen los recuerdos. Traigo leña para que no muera un fuego, que no quiere contemplarnos como ciegos. No omitamos que esa noche de diciembre, almas púberes en busca de la gloria se encontraban cara a cara con la muerte, a raíz de una vorágine traidora. Por las noches en la cama no estoy solo, pues la culpa es inquilina en mis entrañas, cuando en realidad los dueños de este dolo son políticos de la peor calaña. Pareciera que no ha servido de nada, solo hay padres que no pierden la esperanza de acabar la impunidad que es promotora de una rabia que no da misericordia… Que lo escuchen los que creen que en su vida, nunca pagarán los costos que le implican, que se olviden de su intrépida malicia, y que nunca, que nunca se repita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario